Un fármaco reutilizado aprobado por la FDA podría revelar un posible tratamiento para trastornos genéticos raros

Medicamento aprobado por la FDA reutilizado frente a trastornos genéticos raros

Un estudio innovador realizado por investigadores de la Universidad McMaster ha descubierto un tratamiento potencial prometedor para dos trastornos de almacenamiento lisosomal raros y graves: Enfermedad de Sandhoff y enfermedad de Tay-Sachs. Ambos trastornos causan neurodegeneración progresiva, lo que lleva a la destrucción de las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal. Los hallazgos, publicados recientemente en Human Molecular Genetics, ofrecen nuevas esperanzas para los pacientes y sus familias que enfrentan estas devastadoras afecciones. La enfermedad de Tay-Sachs, que es la más común de las dos, generalmente se presenta durante el primer año de vida. La enfermedad progresa rápidamente, a menudo provocando la muerte en la primera infancia. En casos más raros, tanto Tay-Sachs como Sandhoff pueden presentarse más tarde en la vida, con síntomas que progresan más lentamente pero aún así resultan en desafíos significativos. Ambos trastornos se caracterizan por la pérdida de habilidades motoras: los pacientes pueden experimentar dificultad para sentarse, pararse, tragar e incluso respirar a medida que avanza la enfermedad. Durante años, los investigadores han estado estudiando los mecanismos celulares subyacentes a estas afecciones, buscando posibles vías terapéuticas. El profesor Suleiman Igdoura, biólogo y patólogo, ha dirigido gran parte de la investigación sobre estas enfermedades. El avance de su equipo se produjo al estudiar casos de aparición tardía de las enfermedades de Tay-Sachs y Sandhoff. Estos casos proporcionaron nuevos conocimientos sobre cómo comienzan las enfermedades en la médula espinal, donde el estrés celular en un componente llamado retículo endoplasmático desencadena la muerte celular programada. Comprender cómo afecta la enfermedad a las neuronas de la médula espinal permitió al equipo identificar un posible tratamiento. Los investigadores identificaron un fármaco existente aprobado por la FDA, el ácido 4-fenilbutírico (4-PBA), como candidato para tratar estas enfermedades. Inicialmente desarrollado para una afección médica diferente, el 4-PBA se probó en un modelo de ratón de las enfermedades. Los resultados fueron prometedores: el 4-PBA mejoró significativamente la función motora, prolongó la vida de los ratones y aumentó el número de neuronas motoras sanas. Dado que el 4-PBA ya está aprobado por la FDA para otro uso, podría potencialmente reutilizarse para tratar a pacientes con enfermedades de Sandhoff y Tay-Sachs fuera de indicación, lo que ofrecería una opción de tratamiento inmediato mientras se continúan las investigaciones. “Recibimos historias desgarradoras de familias afectadas por estas enfermedades”, dice Igdoura. “Ofrecer un fármaco aprobado por la FDA para uso fuera de indicación podría brindar esperanza y mejorar tanto la esperanza de vida como la calidad de vida de estos pacientes”. El equipo está trabajando actualmente para determinar la dosis óptima para humanos y para comprender mejor cómo funciona el fármaco en el contexto de estos trastornos genéticos raros. Además de las implicaciones directas para los pacientes con enfermedad de Tay-Sachs y Sandhoff, la investigación del equipo también puede ofrecer información valiosa para una investigación más amplia de enfermedades neurodegenerativas. Los mecanismos celulares que intervienen en estas enfermedades pueden compartir similitudes con otras afecciones, incluida la enfermedad de Alzheimer y la ELA (esclerosis lateral amiotrófica). Esto abre la posibilidad de realizar más estudios que podrían informar sobre nuevos tratamientos para una variedad de enfermedades neurodegenerativas.

Comentario de la columnista de SuppBase Alice Winters

Medicamento aprobado por la FDA El descubrimiento por parte del equipo de la Universidad McMaster de un posible tratamiento para las enfermedades de Sandhoff y Tay-Sachs representa un avance significativo tanto en la investigación de enfermedades raras como en la reutilización de medicamentos. El 4-PBA, un compuesto aprobado por la FDA que se usa normalmente para tratar trastornos del ciclo de la urea, ha mostrado efectos prometedores en modelos preclínicos de estas dos devastadoras enfermedades neurodegenerativas. Este avance sirve como testimonio del poder de revisar los medicamentos existentes en la búsqueda de nuevos tratamientos, una estrategia que ha ganado cada vez más atención en los últimos años. Uno de los aspectos más atractivos de este estudio es la velocidad con la que podría traducirse en aplicaciones del mundo real. Dado que el 4-PBA ya está aprobado por la FDA, los pacientes podrían acceder a él para uso fuera de etiqueta mucho antes de lo que podrían hacerlo con medicamentos nuevos que necesitan pasar años de ensayos clínicos. Esto podría proporcionar un alivio inmediato a las familias que luchan contra los efectos de Tay-Sachs y Sandhoff, que son progresivos y a menudo fatales en unos pocos años. Como tal, esta reutilización del 4-PBA ofrece un rayo de esperanza poco común para una población de pacientes con muy pocas opciones. Sin embargo, hay varios factores cruciales a considerar antes de que el 4-PBA pueda convertirse en un tratamiento estándar para estas enfermedades. Primero, la dosis óptima para humanos sigue siendo incierta y no está claro cómo funcionaría el fármaco en el manejo a largo plazo de la enfermedad. Si bien los resultados preclínicos son prometedores, se necesitan ensayos clínicos en sujetos humanos para confirmar la eficacia, la seguridad y la dosificación adecuada del fármaco. El hecho de que los investigadores ya estén siguiendo este camino es prometedor, pero aún se necesitará mucho tiempo y recursos para establecer los datos necesarios. Otro punto clave son las implicaciones más amplias del estudio. La investigación sugiere que los mecanismos celulares que intervienen en las enfermedades de Tay-Sachs y Sandhoff podrían superponerse con otras enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y la ELA. Esto abre una vía interesante para futuras investigaciones que, si tienen éxito, podrían conducir a nuevos tratamientos para una amplia gama de enfermedades que actualmente tienen opciones terapéuticas limitadas. Sin embargo, aunque los mecanismos pueden compartir similitudes, trasladar los hallazgos de una enfermedad a otra nunca es sencillo. No se garantiza que el 4-PBA (ni ningún otro fármaco similar) sea eficaz en otras enfermedades, y se necesitan más investigaciones para comprobar estas hipótesis. Además, el entusiasmo en torno al potencial del 4-PBA para tratar estas enfermedades raras no debería eclipsar el panorama general. A pesar de la promesa inicial, la escala de necesidad de tales tratamientos sigue siendo alta, en particular en los trastornos genéticos raros. Si bien la reutilización de fármacos ofrece una vía más rápida para el tratamiento, es esencial que los investigadores sigan ampliando los límites de la comprensión de estas enfermedades, buscando intervenciones aún más específicas y efectivas. En conclusión, si bien el descubrimiento del potencial del 4-PBA como tratamiento para las enfermedades de Tay-Sachs y Sandhoff es increíblemente prometedor, es esencial abordarlo con un optimismo cauteloso. Los resultados preclínicos son alentadores, pero la validación clínica en humanos será crucial. Además, las implicaciones más amplias para la investigación de enfermedades neurodegenerativas son emocionantes y ofrecen la esperanza de que esta investigación pueda tener aplicaciones más allá de los trastornos genéticos raros en el centro del estudio. Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer antes de que este avance se traduzca en una práctica clínica generalizada.

* Our content only for informational purposes and can't replace professional medical advice. Always consult with a healthcare provider before starting any new supplement regimen.
FDA Policies

Podrías
También Como:

Suscribir Suscribir