Polisacáridos dietéticos en fórmulas infantiles: mejora de la salud intestinal

Los polisacáridos como prebióticos, simbióticos y posbióticos para una mejor nutrición infantil

La leche materna es una fuente rica de nutrientes esenciales que desempeñan un papel vital en el crecimiento y el desarrollo de los bebés. Sin embargo, la fórmula infantil se vuelve necesaria cuando la lactancia materna no es una opción. Una diferencia importante entre la leche materna y la fórmula infantil radica en su contenido prebiótico, que puede dar lugar a una salud intestinal subóptima para los bebés alimentados con fórmula. Para abordar esta brecha, se han explorado varios polisacáridos dietéticos como posibles soluciones. Esta revisión tiene como objetivo examinar el uso de polisacáridos dietéticos como prebióticos, simbióticos y postbióticos en fórmulas infantiles para replicar más fielmente los beneficios de los prebióticos de la leche materna en la salud intestinal del bebé. Investigaciones anteriores han destacado el papel de estos polisacáridos en la influencia de la microbiota intestinal, la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y el desarrollo del sistema inmunológico. En comparación con los prebióticos solos, los simbióticos y los postbióticos han demostrado ser más prometedores en la conformación de la microbiota intestinal, la prevención de infecciones por patógenos y el apoyo al desarrollo del sistema inmunológico. Sin embargo, la seguridad de estos bióticos sigue siendo una preocupación, ya que se necesitan más ensayos clínicos con poblaciones más grandes y duraciones más prolongadas. Además, es fundamental contar con regulaciones claras y ampliamente aceptadas para supervisar estos productos. Se cree que ciertos polisacáridos, como la pectina, tienen efectos similares a los oligosacáridos de la leche materna en la salud intestinal y la reparación de la barrera. Otros polisacáridos como la inulinay el β-glucano también han demostrado beneficios similares. Los prebióticos combinados con probióticos o posbióticos en formas encapsuladas muestran un mayor potencial que los ingredientes tradicionales para mejorar la funcionalidad de las fórmulas infantiles.

Comentario de la columnista de SuppBase Alice Winters:

Polisacáridos El cambio de la leche materna a la fórmula infantil es una transición crucial en la nutrición de la primera infancia, que históricamente ha planteado desafíos a la hora de reproducir la compleja variedad de componentes bioactivos que se encuentran en la leche materna. Una de las áreas de investigación más importantes en el desarrollo de fórmulas infantiles es la optimización de la salud intestinal, donde los oligosacáridos de la leche materna (HMO) desempeñan un papel central. Los HMO, que actúan como prebióticos en el intestino, ayudan a dar forma al microbioma infantil, fomentan el crecimiento de bacterias beneficiosas y apoyan el desarrollo del sistema inmunológico. Sin embargo, las fórmulas infantiles, que carecen de estos prebióticos, pueden dar lugar a resultados poco ideales en la salud intestinal de los bebés alimentados con fórmula. Esta revisión arroja luz sobre un área prometedora de investigación: los polisacáridos dietéticos, especialmente aquellos que pueden funcionar como prebióticos, simbióticos y postbióticos. Al incorporar polisacáridos como la pectina, la inulina y el β-glucano, las fórmulas infantiles podrían imitar mejor los efectos de la leche materna en la salud intestinal. Se sabe que estos polisacáridos influyen positivamente en la microbiota intestinal, promueven la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y mejoran la función del sistema inmunológico. Estos son avances significativos, ya que los AGCC desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la integridad intestinal y la reducción del riesgo de enfermedades inflamatorias. Vale la pena destacar especialmente la distinción entre prebióticos, simbióticos y postbióticos. Los prebióticos son sustancias que apoyan el crecimiento de bacterias beneficiosas, mientras que los simbióticos combinan prebióticos con probióticos para mejorar sus efectos. Por otra parte, los posbióticos son subproductos de los probióticos que pueden seguir aportando beneficios para la salud incluso después de que estos últimos se hayan metabolizado. La revisión destaca que los simbióticos y los posbióticos pueden tener una ventaja sobre los prebióticos a la hora de moldear el microbioma y proteger contra infecciones por patógenos, dos factores cruciales para la salud infantil. Se trata de una dirección interesante para el futuro de las fórmulas infantiles, ya que sugiere un enfoque multifacético que va más allá de la simple adición de un tipo de prebiótico. No se pueden pasar por alto las preocupaciones sobre la seguridad y la reglamentación en torno al uso de estos ingredientes bióticos. Si bien hay un creciente conjunto de investigaciones que respaldan su eficacia, la revisión señala acertadamente la necesidad de realizar ensayos clínicos a gran escala para establecer su seguridad, especialmente para los bebés cuyos sistemas aún se están desarrollando. Además, los marcos regulatorios deben evolucionar para garantizar que estos productos cumplan con estándares rigurosos, salvaguardando la salud infantil. Es esencial que la industria desarrolle directrices claras y basadas en la ciencia para evitar el uso de sustancias no probadas o potencialmente dañinas en las fórmulas infantiles. Otro aspecto interesante de esta revisión es su exploración de la tecnología de encapsulación, donde los prebióticos, probióticos y posbióticos se encierran en materiales protectores para mejorar su estabilidad y eficacia en el sistema digestivo. Este enfoque innovador podría mejorar significativamente la funcionalidad de la fórmula infantil al garantizar que estos compuestos beneficiosos lleguen al intestino en condiciones óptimas. De hecho, esto podría cambiar las reglas del juego en la forma en que se diseñan las fórmulas infantiles, ofreciendo una solución más holística que integre los beneficios de múltiples compuestos bióticos. A pesar del potencial, todavía queda mucho trabajo por hacer antes de que los polisacáridos como la pectina y la inulina se generalicen en las fórmulas infantiles. La investigación debe continuar para evaluar sus efectos a largo plazo, no solo en la salud intestinal sino también en otros aspectos del desarrollo infantil. Además, es necesario considerar la disponibilidad comercial y la rentabilidad de estos ingredientes, ya que cualquier avance debe ser viable para la producción en masa y accesible para una amplia gama de consumidores. En conclusión, esta revisión subraya el potencial emocionante de los polisacáridos dietéticos para mejorar la fórmula infantil. El campo emergente de los simbióticos y los posbióticos, junto con las innovaciones en la tecnología de encapsulación, promete crear fórmulas que se asemejen más a los beneficios de la leche materna. Sin embargo, como siempre, el rigor científico, las pruebas de seguridad y la supervisión regulatoria serán cruciales para garantizar que estos avances beneficien a los bebés de una manera segura y significativa.

* Our content only for informational purposes and can't replace professional medical advice. Always consult with a healthcare provider before starting any new supplement regimen.
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