Sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas en los mariscos
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) está iniciando una nueva investigación sobre la contaminación de los mariscos por sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), una clase de sustancias químicas que se han ganado el apodo de “sustancias químicas para siempre” debido a su notable persistencia tanto en el cuerpo humano como en el medio ambiente. El objetivo es evaluar los niveles de PFAS en los mariscos y comprender cómo contribuyen a los riesgos para la salud pública, en particular a través de la exposición alimentaria. Como parte de esta investigación, la FDA ha emitido una solicitud formal de datos científicos sobre las concentraciones de PFAS en los productos del mar, así como en el entorno circundante, incluida el agua de procesamiento. La agencia también está buscando información sobre estrategias de mitigación efectivas para reducir la exposición a estos productos químicos dentro de la cadena de suministro de alimentos. Esta medida se produce en respuesta a las crecientes preocupaciones sobre los PFAS, que se han relacionado con varias afecciones graves de salud, incluidas las enfermedades de la tiroides, el cáncer de riñón y el cáncer de testículos. Los PFAS son una amplia clase de miles de compuestos, que se encuentran comúnmente en una amplia gama de productos, desde utensilios de cocina antiadherentes y telas repelentes al agua hasta espumas ignífugas y envases de alimentos. Desafortunadamente, muchos de estos productos químicos han ingresado a los sistemas de agua potable y suministros de alimentos a través de corrientes de desechos, contaminando el medio ambiente y representando un riesgo potencial para la salud. Según la FDA, los productos del mar pueden ser particularmente vulnerables a la contaminación en comparación con otros tipos de alimentos, según pruebas internas y datos recopilados del Estudio de la dieta total de la agencia, así como encuestas adicionales dirigidas a los productos del mar más consumidos en el país. Abordar los posibles efectos de la exposición a los PFAS se ha convertido en una prioridad nacional. La investigación de la FDA es parte de un esfuerzo coordinado entre varias agencias federales para identificar las vías de exposición a los PFAS, evaluar los riesgos asociados para la salud y, en última instancia, reducir la exposición alimentaria pública a estos productos químicos. La agencia enfatizó que seguirá colaborando con una amplia gama de partes interesadas, incluidos los profesionales de la industria de los mariscos, los investigadores académicos y las autoridades sanitarias estatales y federales, para avanzar en la comprensión científica y reducir la contaminación por PFAS en los mariscos. La decisión de la FDA de colaborar con expertos de varios sectores subraya la complejidad de abordar la contaminación por PFAS. Los mariscos son una fuente fundamental de nutrición para muchos estadounidenses, y cualquier hallazgo que vincule estos productos químicos con riesgos para la salud pública podría tener implicaciones significativas tanto para la industria de los mariscos como para el comportamiento del consumidor. La FDA también ha declarado que se centrará en comprender las variaciones en los niveles de PFAS en diferentes tipos de mariscos y trabajará en estrategias para mitigar la exposición. En su declaración, la FDA destacó su compromiso de aplicar la ciencia más reciente para comprender los niveles de PFAS en los mariscos y los riesgos potenciales que estos contaminantes plantean a la salud pública. Los hallazgos de la agencia probablemente informarán futuras acciones regulatorias y pautas para el consumidor relacionadas con la seguridad de los mariscos.
Comentario de la columnista de SuppBase Alice Winters
La investigación de la FDA sobre la contaminación por PFAS en los mariscos pone de relieve un problema de salud pública crítico, aunque a menudo pasado por alto. Estos “químicos eternos” son, de hecho, un importante desafío ambiental y de salud, especialmente a medida que su presencia generalizada en el sistema de suministro de alimentos se vuelve más ampliamente reconocida. El enfoque de la FDA en los mariscos es particularmente notable, ya que refleja una preocupación emergente sobre las implicaciones más amplias de la exposición a los PFAS a través de la dieta. Los PFAS, con su capacidad de acumularse en el cuerpo y resistir la descomposición ambiental, son un factor de riesgo grave para una variedad de enfermedades crónicas, incluidos los cánceres y las alteraciones hormonales. Su persistencia en el ecosistema, especialmente en las fuentes de agua, pone de relieve la dificultad de erradicar estas sustancias una vez que han entrado en la cadena alimentaria. Los productos del mar, que suelen considerarse una opción dietética saludable, están surgiendo ahora como una fuente potencial de exposición a los PFAS, lo que genera inquietudes tanto entre los consumidores como entre las partes interesadas de la industria. Uno de los aspectos más intrigantes de esta investigación es la dependencia de la FDA de la colaboración con un amplio espectro de partes interesadas, incluidos el mundo académico y las agencias estatales y federales. Este enfoque refleja la naturaleza multidisciplinaria de la lucha contra la contaminación por PFAS, que implica no solo comprender los niveles de sustancias químicas en los productos del mar, sino también las vías ambientales a través de las cuales ingresan al suministro de alimentos. Al recopilar información de diversos sectores, la FDA se está posicionando para desarrollar una estrategia más integral para reducir la exposición a los PFAS. Sin embargo, existen desafíos por delante. La gran diversidad de compuestos PFAS significa que cualquier estrategia de mitigación deberá ser muy matizada. Las variaciones en las concentraciones de PFAS en diferentes tipos de mariscos, como se señala en la solicitud de información de la FDA, sugieren que es poco probable que exista una solución única para todos. Además, si bien se pueden desarrollar estrategias de mitigación para limitar la exposición en el procesamiento y la cría, abordar la contaminación por PFAS a nivel ambiental será un problema mucho más amplio y complejo. El compromiso de la FDA de aplicar la ciencia más reciente es encomiable, pero el camino a seguir requerirá no solo investigación científica sino también una sólida participación pública. Los consumidores necesitan información clara y práctica sobre los riesgos de los PFAS en los mariscos, y la industria necesita orientación sobre las mejores prácticas para prevenir la contaminación. Además, es probable que sean necesarias más medidas regulatorias, especialmente si se confirma una contaminación generalizada. En última instancia, la investigación de la FDA es un paso muy necesario para abordar una toxina ambiental persistente que ha permanecido fuera del radar durante demasiado tiempo. A medida que avance esta investigación, será fundamental que la agencia trabaje con rapidez y transparencia para proteger la salud pública y, al mismo tiempo, garantizar que no se comprometan la seguridad y la sostenibilidad del suministro de productos del mar. Los resultados de esta investigación no solo podrían cambiar el futuro del consumo de productos del mar, sino que también sentarán precedentes importantes para el manejo de la contaminación química en otros sectores de la industria alimentaria.