La FDA está considerando prohibir el colorante alimentario rojo artificial

Se intensifica el escrutinio sobre el Rojo Nº 40 y otros colorantes alimentarios sintéticos

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) está considerando prohibir el colorante alimentario rojo artificial, un aditivo omnipresente que se encuentra en una amplia gama de productos de consumo, como bebidas, aperitivos, cereales y dulces. Durante una reciente sesión del Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado, Jim Jones, comisionado adjunto de la FDA para alimentos humanos, reveló que ha pasado más de una década desde que se sometió a una reevaluación la seguridad del aditivo de color sintético Rojo Nº 40. Jones afirmó: “Hemos recibido una petición para revocar la autorización del Rojo 3 y prevemos tomar medidas al respecto en las próximas semanas”. Frank Pallone Jr., DN.J., el miembro de mayor rango del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, también ha pedido a la FDA que prohíba el Rojo Nº 3, una sustancia derivada del petróleo que imparte un vibrante tono cereza a los alimentos y bebidas. Pallone expresó su preocupación por la prevalencia de esta sustancia química en las golosinas navideñas, afirmando: “Es alarmante que esta sustancia permanezca oculta en los alimentos que consumimos nosotros y nuestros hijos, especialmente durante la temporada festiva cuando abundan los dulces”. Robert F. Kennedy Jr., el candidato del presidente electo Donald Trump para secretario de salud, ha afirmado anteriormente que los colorantes alimentarios son cancerígenos. Sin embargo, no ha esbozado ningún plan específico con respecto a los colorantes alimentarios artificiales si se confirma en el puesto del Gabinete. La FDA supervisa más de tres cuartas partes del suministro de alimentos de EE. UU. y exige la aprobación de todos los aditivos de color antes de su uso en productos alimenticios vendidos dentro del país. Actualmente, hay 36 aditivos de color aprobados por la FDA, incluidos nueve colorantes sintéticos. Entre ellos se encuentran los dos colorantes rojos que actualmente están bajo escrutinio federal. Cabe señalar que algunos colorantes permitidos en los productos alimenticios estadounidenses están prohibidos o requieren etiquetas de advertencia en otros países. La Unión Europea, por ejemplo, exige etiquetas de advertencia en los productos que contienen tres colorantes alimentarios artificiales aprobados en Estados Unidos: amarillo nº 5 (tartrazina), rojo nº 40 (E129 o rojo Allura AC) y amarillo nº 6 (amarillo ocaso o E110). Estas etiquetas advierten que los aditivos “pueden tener un efecto adverso en la actividad y la atención de los niños”. Jerold Mande, profesor adjunto de nutrición en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard y ex asesor principal de la FDA, destacó la disparidad en el enfoque entre Estados Unidos y otros países. Señaló que muchos países se adhieren al principio de precaución, prefiriendo pecar de cautelosos incluso cuando los datos sobre los posibles daños no son concluyentes. Thomas Galligan, científico principal de aditivos alimentarios y suplementosen el Centro para la Ciencia en el Interés Público, señaló que los colorantes alimentarios sirven principalmente como herramientas de marketing, mejorando el atractivo visual de los productos para impulsar las ventas.

Comentario de la columnista de SuppBase Alice Winters:

Red La posible prohibición de la FDA de los colorantes alimentarios artificiales de color rojo, en particular el Rojo N.º 40 y el Rojo N.º 3, marca un cambio significativo en el panorama regulatorio de los aditivos alimentarios en los Estados Unidos. Este avance subraya la creciente preocupación por los impactos a largo plazo de los colorantes sintéticos en la salud y refleja una tendencia más amplia hacia una supervisión más estricta de los ingredientes alimentarios. Desde un punto de vista nutricional, es fundamental reconocer que estos colorantes artificiales no aportan ningún valor nutricional a los productos alimenticios. Su único propósito es mejorar el atractivo visual, a menudo enmascarando la ausencia de ingredientes naturales ricos en nutrientes. Este uso de aditivos impulsado por el marketing plantea importantes cuestiones sobre las prioridades de nuestro sistema alimentario y las posibles compensaciones entre la estética y la salud. La discrepancia entre las regulaciones de Estados Unidos y las de otros países, en particular la Unión Europea, es sorprendente. El enfoque precautorio de la UE, que exige etiquetas de advertencia en los productos que contienen ciertos colorantes, reconoce los riesgos potenciales asociados con estos aditivos, especialmente en lo que respecta al comportamiento y la atención de los niños. Esta divergencia en las normas regulatorias pone de relieve la necesidad de un enfoque más armonizado y globalmente informado sobre la seguridad alimentaria. La potencial carcinogenicidad del Rojo Nº 3, como lo demuestra su prohibición en cosméticos y medicamentos tópicos, plantea serias preocupaciones sobre su uso continuo en productos alimenticios. Si bien la FDA afirma que no existe ningún riesgo para los humanos, el principio de precaución sugiere que podría ser prudente pecar de cauteloso, especialmente dado el consumo generalizado de estos colorantes. También vale la pena señalar las implicaciones más amplias de esta posible prohibición. Un abandono de los colorantes artificiales podría catalizar la innovación en la industria alimentaria, impulsando el desarrollo de alternativas naturales más seguras. Esto podría generar un efecto dominó positivo, alentando a los fabricantes a priorizar listas de ingredientes más claras y transparentes. Sin embargo, también debemos considerar los posibles desafíos. Reformular productos para excluir estos colorantes puede afectar el costo, la vida útil y la aceptación del consumidor. También existe el riesgo de sustituir un aditivo problemático por otro que aún no ha sido sometido a pruebas rigurosas de seguridad a largo plazo. En conclusión, si bien la consideración de la FDA de prohibir los colorantes alimentarios artificiales rojos es un paso en la dirección correcta, debe verse como parte de una conversación más amplia sobre aditivos alimentarios, nutrición y salud pública. Como consumidores, debemos permanecer atentos, defender la transparencia y apoyar políticas que prioricen la salud sobre el atractivo comercial. La posible prohibición sirve como recordatorio de que nuestras elecciones alimentarias tienen implicaciones de largo alcance y que las decisiones informadas y conscientes de la salud son cruciales para nuestro bienestar colectivo.

* Our content only for informational purposes and can't replace professional medical advice. Always consult with a healthcare provider before starting any new supplement regimen.
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