El impacto del microbioma intestinal en la eficacia del tamoxifeno: un cambio radical en el tratamiento del cáncer

Una nueva investigación destaca cómo el microbioma intestinal influye en el metabolismo del tamoxifeno, allanando el camino para terapias personalizadas y una prevención más efectiva del cáncer de mama.

Un estudio reciente publicado en la revista mBio por la Sociedad Americana de Microbiología ha revelado que las variaciones en el microbioma intestinal humano pueden influir significativamente en la farmacocinética del tamoxifeno, un medicamento de uso común en la prevención del cáncer de mama. Los hallazgos sugieren que la composición del microbioma puede determinar la eficacia del tamoxifeno y, en el futuro, una simple prueba de heces podría ayudar a predecir si el medicamento será efectivo para pacientes individuales. El tamoxifeno es un medicamento crucial para prevenir la recurrencia del cáncer de mama, pero casi el 50% de los pacientes experimentan una eficacia limitada. Esta variación en la respuesta ha sido un misterio durante mucho tiempo, pero los investigadores ahora creen que el microbioma intestinal podría ser un factor contribuyente. “Nuestro estudio investiga cómo la diversidad de bacterias intestinales podría influir en la absorción, la descomposición y el metabolismo del tamoxifeno, con el objetivo final de mejorar los resultados del tratamiento para pacientes con cáncer de mama”, explicó Yasmine Alam, autora principal y candidata al doctorado en Química Biológica en la Universidad de California, Irvine. Para comprender el papel de las bacterias intestinales en la eficacia del tamoxifeno, los investigadores realizaron experimentos en ratones, comparando aquellos con un microbioma humano normal con aquellos sin ninguna bacteria intestinal. Los ratones con microbioma tenían niveles más altos de tamoxifeno en la sangre, lo que indica que las bacterias intestinales estaban influyendo en la absorción del fármaco. Los investigadores exploraron más a fondo qué bacterias eran responsables de este efecto, descubriendo que una enzima producida por ciertas bacterias intestinales, la beta-glucuronidasa, desempeñaba un papel crucial en la biodisponibilidad del fármaco. Cuando se ingiere tamoxifeno, viaja a través del estómago hasta los intestinos, donde se absorbe en el torrente sanguíneo. Una vez en el hígado, el tamoxifeno se convierte en una forma activa que ayuda a combatir el cáncer de mama. Sin embargo, en algunos casos, una molécula de azúcar se adhiere al fármaco, lo que envía la forma que combate el cáncer de nuevo a los intestinos en lugar de permitir que entre en el torrente sanguíneo. La enzima beta-glucuronidasa, producida por las bacterias intestinales, elimina esta molécula de azúcar, reciclando eficazmente el fármaco en su forma activa y garantizando que permanezca en circulación. El estudio señaló que Bacteroides fragilis, una especie bacteriana específica, es particularmente importante para este proceso. La presencia de esta bacteria pareció mejorar la actividad de la beta-glucuronidasa, que a su vez aumentó la eficacia del tamoxifeno. Esta investigación destaca la importancia del microbioma intestinal en la respuesta del cuerpo a la medicación y allana el camino para enfoques más personalizados para el tratamiento del cáncer. El objetivo general de esta investigación es contribuir a estrategias terapéuticas más personalizadas para el cáncer de mama, lo que en última instancia conduce a una mejor prevención de la recurrencia del cáncer. El estudio se llevó a cabo bajo la dirección de Elizabeth Bess, Ph.D., y Cholsoon Jang, Ph.D., ambos profesores adjuntos de la Universidad de California, Irvine.

Comentario de la columnista de SuppBase Alice Winters:

Microbioma intestinal Esta investigación abre un debate intrigante y vital sobre el papel del microbioma intestinal en el metabolismo de los fármacos, especialmente en el caso de fármacos que se recetan habitualmente, como el tamoxifeno. El potencial de las intervenciones basadas en el microbioma para optimizar el tratamiento del cáncer podría marcar un punto de inflexión significativo en la medicina personalizada. El descubrimiento de que las bacterias intestinales, en concreto la cepa Bacteroides fragilis, pueden influir en la farmacocinética del tamoxifeno es un cambio radical. Este descubrimiento pone de relieve el papel del microbioma intestinal (que antes se consideraba un mero sistema pasivo de la digestión) como un actor activo en la eficacia de los fármacos. El papel de la beta-glucuronidasa en este proceso es especialmente notable, ya que pone de relieve cómo incluso las acciones enzimáticas sutiles pueden afectar significativamente al potencial terapéutico de un fármaco. Aunque este descubrimiento todavía se encuentra en sus primeras fases, sugiere que un enfoque personalizado de la prescripción de fármacos, basado en el microbioma de cada individuo, podría mejorar los resultados en pacientes que responden mal al tamoxifeno. La posibilidad de utilizar muestras de heces para predecir la eficacia del tamoxifeno es un importante avance, que ofrece tanto practicidad como accesibilidad. Los diagnósticos personalizados a través de pruebas no invasivas podrían permitir a los médicos predecir la eficacia de los fármacos en una fase temprana, evitando así el proceso de ensayo y error que suele acompañar al tratamiento del cáncer. Esto no solo mejoraría los resultados del tratamiento, sino que también reduciría las cargas emocionales y financieras de los pacientes que, de otro modo, podrían estar tomando terapias ineficaces. Dicho esto, todavía queda un largo camino por recorrer antes de que este descubrimiento pueda integrarse plenamente en la práctica clínica. La investigación se limita actualmente a modelos animales y queda mucho trabajo por hacer para determinar cómo se traducen estos hallazgos en pacientes humanos. Además, si bien la beta-glucuronidasa es un candidato prometedor, el microbioma intestinal es un sistema altamente complejo y dinámico, con cientos de especies bacterianas que interactúan de formas que aún no se comprenden por completo. Por lo tanto, se requerirán estudios humanos exhaustivos para validar y refinar estos resultados preliminares. No obstante, las implicaciones de esta investigación se extienden más allá del tamoxifeno y podrían allanar el camino para intervenciones basadas en el microbioma para una variedad de medicamentos. A medida que avance el campo de la ciencia del microbioma, pronto podremos ver el surgimiento de terapias personalizadas que tengan en cuenta la composición del microbioma de un individuo, lo que conducirá a tratamientos más efectivos y personalizados para una variedad de afecciones, incluido el cáncer. El estudio es un fuerte recordatorio de la complejidad de las respuestas a los fármacos y del creciente reconocimiento de que tratar el cuerpo como un sistema holístico, en lugar de centrarse únicamente en el fármaco y la enfermedad, podría ser el futuro de la medicina. Tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud, este descubrimiento promete mejorar la precisión, la seguridad y la eficacia del tratamiento del cáncer de mama y más allá.

* Our content only for informational purposes and can't replace professional medical advice. Always consult with a healthcare provider before starting any new supplement regimen.
Industry News

Podrías
También Como:

Suscribir Suscribir